Cuevas de Pomier: un mundo casi perdido

Las Cuevas de Pomier se encuentran a unas 4 millas al norte de la ciudad de San Cristóbal. San Cristóbal ha sido ampliamente referido como "La capital prehistórica de las Antillas".

Elevándose hasta 1200 pies sobre el nivel del mar y descendiendo 3,300 pies debajo, las Cuevas de Pomier fueron formadas por un río subterráneo hace miles de años, durante la era del Mioceno cuando aún había dinosaurios en la isla. Un sistema de 55 cuevas interconectadas que abarca más de 4000 millas cuadradas, cinco cuevas diferentes están abiertas al acceso público. Los expertos han comparado a Pomier con el Valle de los Reyes en Egipto, y si haces el viaje subterráneo, verás por qué: parado en el suelo de la caverna, se pueden ver grandes cavidades tipo sala y grutas que se cruzan hacia arriba y hacia los lados a lo largo de los extensos niveles interiores.

Los antropólogos estiman que estas cuevas fueron habitadas hace hasta 2000 años, con rastros de los pueblos Igneri y Caribe, así como los más recientes Taínos. El registro arqueológico nos dice que los habitantes indígenas crearon una serie de "micro cuencas" en sus niveles inferiores para almacenar agua de lluvia, que utilizaron para la agricultura.

En su interior, se han encontrado más de 4.000 pinturas prehistóricas y 500 dibujos en cuevas, y aún se están descubriendo más a través de la Fundación Cuevas de Pomier. Si haces el viaje, verás cómo los artistas indígenas crearon pictografías de figuras humanas y los muchos dioses y deidades de su cosmología, así como aves nativas, peces, reptiles nativos, incluyendo algunos de la fauna única y preciosa de La Española, como el solenodonte y la jutía en peligro de extinción, iguanas rinocerontes y halcones de cola roja. Tu guía turístico te explicará cómo los artistas utilizaron una mezcla de carbón vegetal, pigmentos naturales e incluso grasa de manatí.

¡Echa un vistazo a la Cueva de las Maravillas!

La Fundación Cuevas de Pomier tiene un equipo de más de 30 guías expertos que explicarán detalles adicionales sobre la historia de Pomier y te acompañarán a través de sus cuatro secciones y salas de cuevas más magníficas:

Sección Grandes Edentados (Sin dientes):

En esta sección, se exhiben cómo en una excavación de 1976 se descubrieron fósiles de grandes herbívoros prehistóricos, incluyendo mandíbulas sin dientes que pertenecían a especies de perezosos gigantes de las familias Parocnus y Mesocnus.

Sección Boinayel:

Esta cueva estaba dedicada al dios de la lluvia Taíno. Los pictogramas muestran dónde los Taínos creían que el dios llenaría y transformaría las cuevas con sus lágrimas.

Sección Cohoba: 

En esta sección, cientos de dibujos muestran cómo los indígenas realizaban un ritual espiritual llamado Cohoba. Un rito de iniciación, un miembro de la tribu tendría que pasar días sin comida, y luego entrar en la cueva, donde inhalaría un polvo alucinógeno que los haría uno con sus dioses y ancestros.

Sección Grandes Bloques: 

Aquí, enormes losas y bloques de piedra caliza que se han desprendido del techo de la cueva debido a la erosión a lo largo del tiempo, están esparcidos por el suelo. Definitivamente, es la sección en la que se debe tener más precaución.

Y hay mucho más por descubrir en Pomier: cada año, los científicos descubren nuevos pasajes y canales subacuáticos. Pero el sitio no está exento de tensión: la extracción de piedra caliza y mármol cercana ha dañado muchas de las cuevas menos famosas y continúa representando un riesgo para las cuevas y el arte invaluable que contienen. Los guías locales han luchado por proteger el sitio, pero su futuro sigue siendo incierto.

Al visitar las cuevas, puedes ayudar a enviar un mensaje de que las cuevas son un imán para los turistas, lo que incentiva aún más al gobierno a extender las protecciones actuales que solo cubren las cuevas más prominentes.

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Las Cuevas de Pomier se encuentran a unos 6,5 kilómetros al norte de la ciudad de San Cristóbal, que se encuentra a unas horas en coche al suroeste de Santo Domingo, hacia la pequeña ciudad de Baní. Para llegar allí, no necesitarás un vehículo con tracción en las cuatro ruedas, pero si estás conduciendo un coche de alquiler, prepárate para el tramo de carretera de tierra al final.

La Fundación Cuevas de Pomier ofrece visitas guiadas de 8 de la mañana a 6 de la tarde todos los días de la semana. Las visitas pueden durar desde 30 minutos hasta un día completo, dependiendo de tu nivel de interés. La entrada al sitio cuesta solo 100 pesos dominicanos (unos 2 dólares estadounidenses). Para entrar en cualquiera de las cuevas es obligatoria una visita guiada, que costará entre 300 y 600 pesos (unos 10 dólares estadounidenses) por sitio, y lamentablemente las visitas solo están disponibles en español. Sin embargo, puedes pedir un folleto en inglés o llevar un traductor para asegurarte de no perderte nada.

Las cuevas 1 y 2 son las más accesibles físicamente. Te proporcionarán linternas, pero si tienes una buena es una buena idea traer la tuya. ¡Espera encontrarte con muchas arañas, ranas y murciélagos!

Escrito por Omar Guzman.

Publicado en Julio 2020